Crítica: Las Chicas Del Cable (2017)
- Josep L. Cardo
- 9 ago. 2017
- 2 Min. de lectura

Tanto fue el éxito de la primera serie de producción propia de Netflix en nuestro país (junto a Bambú producciones) que inmediatamente fue renovada por una segunda temporada (a estrenar en diciembre de este mismo año) y una tercera temporada, que llegará a Netflix en 2018. Las Chicas Del Cable es sin duda un producto destinado a un gran público. Bien dirigido, bien rodado y con un reparto reconocido a nivel nacional. Es una serie eficiente, que cumple en sus 8 episodios pese a sus muchos problemas y que te mantiene enganchado a la silla durante todos sus episodios con ganas de continuar con el visionado. No obstante, es una ficción con un problema muy grande y que sin duda hace mella (mucha, a decir verdad) en el resultado final: su trama principal no funciona. En ningún momento. Aunque si lo hacen el resto de tramas secundarias (con un reparto en estado de gracia).

El gran problema de las Chicas del Cable es que la trama que mueve toda la serie ( protagonizada por Blanca Suárez, que hace lo que puede con una construcción de personaje y una trama fallidas) hace aguas, no es creíble y está desarrollada a torpemente y a trompicones. Y eso es una lastima, por que las otras tramas secundarias funcionan a la perfección con mucha más sencillez, más dramatismo y mejor construcción tanto de personajes como de situaciones.
Sin lugar a dudas las tramas protagonizadas por Angeles, Marga y Carlota (encarnadas por Maggie Civantos, Nadia de Santiago y Ana Fernandez) son lo que hacen que la serie funcione, avance y tenga los mayores momentos de critica hacia una sociedad española retrograda y machista, siendo esto (el feminismo, la lucha por los derechos de la mujer) uno de los motivos más de peso para verla (y para disfrutarla, también, como producto reivindicativo).

Si que es cierto, también, que otro de sus errores (y el más comentado) es la representación de la España de 1928, puesto que, literalmente, se la han inventado en pro a un producto más americanizado y más comercial. Y no lo digo en relación a la música (que es lo que más se ha comentado) si no en un comportamiento de algunos personajes y unas situaciones más propia de un drama americano ambientado en los años 70. Además, todo está vestido con un aspecto videoclipero (no pasan más de 3 minutos sin algún tipo de música) que no acaba de funcionar. Sin embargo y pese a sus problemas, estamos frente a un producto que, como ya hemos dicho, cumple con su cometido: Es una ficción ligera, donde te haces rápidamente con la mayoría de personajes y que sabe enganchar desde el minuto 1 si eres el publico al que va destinado.

Lo mejor: Sus tramas secundarias; Maggie Civantos, Nadia de Santiago, Ana Fernandez y Ana Polvorosa. Todo el elemento reivindicativo del producto.
Lo Peor: Una trama principal que hace aguas y hace mella en toda la serie; lo irreal que resulta ese 1928.
Nota: 5,5.
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