Crítica: Rey Arturo: La Leyenda de Excalibur.
- Josep L. Cardo
- 10 ago 2017
- 2 Min. de lectura

Hoy ha llegado a nuestras carteleras la última película de Guy Ritchie, un hombre conocido por tener un estilo propio con el que viste todo su cine. Desde Snatch, cerdos y diamantes hasta Sherlock Holmes, Guy Ritchie es un buen director, pero a veces irregular. Tan irregular ha llegado a ser, que hay quien dice que este Rey Arturo es su peor película. Y probablemente estas afirmaciones sean ciertas, pese a no ser una mala película (del todo).

Esta enésima película sobre la mil veces adaptada historia de El Rey Arturo es un cóctel de ideas que si bien resulta divertido, épico y entretenido, no aporta absolutamente nada ni a la mitología de Arturo, ni al cine fantástico, ni a nada. Elefantes gigantes, cameos de famosos de turno (David Beckham, por ejemplo), criaturas fantásticas y una banda sonora bastante digna se dan la mano en la última película de Ritchie.

Esta versión, que podría definirse como una mezcla entre El Señor de Anillos, 300 y muchas dosis de cocaína o speed, tiene un ritmo altamente elevado, un reparto de lujo y una acción muy bien rodada, todo envuelto en un sinfín de clichés que, al espectador que espere algo que le sorprenda, le va a decepcionar pero a base de bien. Por que si, estamos frente a una película que funciona como entretenimiento veraniego, pero que ni sorprende en su aspecto visual, ni en sus personajes, ni en su trama. Nada es original.

Partiendo de esa base, y si nos quitamos el ojo critico, podemos disfrutar de unas peleas muy bien coreografiadas, unos efectos especiales que lucen de maravilla, un Charlie Hunnam que parece más un Jax Teller medieval que el Arturo que todos conocemos y un reparto más que interesante, donde destaca Jude Law como malo, muy malo.
La película cumple perfectamente como producto Ritchie, así que el fan del director puede disfrutarla, pero tampoco le apasionará puesto que en general está parida como un producto de entretenimiento, sin nada que destaque a nivel creativo. Un piloto automático en guión y dirección que puede no gustar demasiado si se exige mucho a esta película.

Sin embargo el conjunto funciona si no se espera absolutamente nada de ella y se toma como un entretenimiento de ver y olvidar.
Lo mejor: Resulta un cuento épico y entretenido para una tarde de verano. Charlie Hunnam.
Lo peor: Bastante vacía. Nada novedoso. Mucho cliché. No sorprende absolutamente nada.
Nota: 6.
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