Crítica: 'Disjointed': Casposa, trillada y sin pizca de gracia.

¿Recuerdan aquel capitulo de 'Los Simpson' donde el señor Burns se vestía de adolescente y se hacia el moderno? Esa imagen, convertida en meme, es la mejor forma de definir 'Disjointed', la nueva sitcom que nace de la unión de Netflix y Chuck Lorre, el creador de 'Dos hombres y medio' y 'Big Bang Theory'.

Aunque nazca de una premisa interesante ( Kathy Bates como propietaria de un local que vende cannabis) no hay ni un solo acierto en esta sitcom que la haga despuntar. El humor, el tono y en general, absolutamente todo está envuelto en un aro de caspa, de convencionalismos, de no querer arriesgar y de ir al chiste fácil con una risa enlatada en cada minuto y segundo en que algún personaje dice algo (gracioso o no).

Disjointed es aburrida: ninguno de sus gags funcionan, tampoco lo hace ninguno de sus personajes... ni sus tramas. Todo parece un cóctel forzadisimo para intentar a hacer reír al espectador con un humor básico que solo gustará (y tampoco demasiado) a los que menos la esperen. Aún así, es una enorme bazofía.

La sensación de perder el tiempo mientras se ve es demasiado grande como para continuar con los próximos episodios. Aburrida, casposa y trillada. Sin ningún tipo de gracia.

Lo mejor: Las ganas que dan después de verla de querer fumarse una plantación entera de marihuana para matar todas las neuronas de nuestro cerebro y así olvidar que hemos perdido el tiempo.

Lo peor: Absolutamente todo. No perdáis el tiempo.

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