Crítica: 'A 47 Metros'. Un guión desastroso se carga una premisa interesante.
- Josep L. Cardo
- 24 oct 2017
- 1 Min. de lectura
Siempre que nos enfrentamos a una cinta con tiburones pueden ocurrir tres cosas. Que sea un desastre hecho mal aposta (Sharknado), que sea una cinta decente (Infierno Azul) o, como nos ocupa con 47 metros, que el resultado de la cinta sea un batiburrillo de ideas mal llevadas, de clichés demasiado explotados y donde la tensión brilla por su ausencia.
'A 47 metros' no es una buena película. Y uno de sus problemas principales es que se toma demasiado en serio a si misma. Ya no son las incontables veces que sus personajes protagonistas toman decisiones malas o peores, si no el ritmo, un guión repleto de clichés y una dirección que no sabe donde ir, que culmina con un final que no hace más que enterrar un film desastroso .
Todo en el film ocurre como podemos preveer: En esencia, es una serie B pero que, a diferencia de otros films de serie b del mismo calibre (Piranha 3d, por poner un ejemplo, o la propia Infierno Azul) '47 Metros' se toma demasiado en serio a si misma. Tanto que roza el ridículo.
No hay atmósfera, ni ritmo, ni terror ni tensión. No hay nada en un film donde, lo más destacable, es estar rodada bajo el agua. Ni siquiera la interpretación de ambas protagonistas, que es muy digna, consigue salvar un film que se ahoga por si solo.
Un desastre del que es mejor alejarse antes de perder el tiempo con su visionado.
Lo mejor: El estar rodada bajo el agua.
Lo peor: Absolutamente un desastre. Un giro final desastroso.
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